Bizcocho vegano de calabaza

Receta ↓ Ángela Solar

¡El Bizcocho vegano de calabaza es una delicia única y sorprendente! Con un sabor dulce y aromático de la calabaza, este bizcocho vegano es suave y esponjoso gracias a la harina de almendras y el aceite de coco.

Además de ser delicioso y nutritivo, este Bizcocho vegano de calabaza está repleto de especias como la canela, la nuez moscada y el jengibre, que lo hacen perfecto para el otoño.

¡No te pierdas la oportunidad de probar este increíble Bizcocho vegano de calabaza!

Los imprescindibles para tu bizcocho

¿Listo para envolver tu cocina en un aroma otoñal? Vamos a necesitar unos cuantos ingredientes mágicos para nuestro bizcocho vegano de. Aquí te dejo lo que yo utilizo, pero recuerda, ¡tu toque personal es lo que hará esta receta única!

• Harina – Yo me decanto por la integral, que le da ese puntito rústico y hogareño, pero tú puedes usar la que más te guste. ¡La cuestión es disfrutar el proceso!
• Azúcar moreno – Nada como ese toque caramelizado para abrazar la dulzura de nuestra calabaza. Si eres más de sabores intensos, ¿por qué no probar con panela?
• Levadura – La varita mágica que hará que nuestro bizcocho crezca y se llene de esponjosidad.
• Especias – Canela, nuez moscada, jengibre... el trío de ases que nunca falla. A mí me encanta añadir un extra de canela, ¡me vuelve loco su aroma!
• Calabaza – La estrella del show. Transformada en puré, se convierte en el corazón de nuestro dulce. ¿Mi consejo? Asegúrate de que esté bien suave para que se integre a la perfección.

Preparación de la calabaza

¡Vamos a dar el primer paso para preparar nuestro delicioso bizcocho de calabaza! Recuerdo que mi madre siempre decía que la clave está en cortar la calabaza en trozos pequeños para cocinarla más rápido. Así que, empezaremos lavando y pelando con cuidado, y luego la cortaremos en trozos diminutos.

Una vez que tenemos los trozos de calabaza listos, los colocaremos en una olla grande y los cubriremos con agua. Llevaremos la olla a ebullición y cocinaremos los trozos durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén tiernos al pincharlos con un tenedor. Luego, escurriremos el agua y trituraremos los trozos con una batidora o un procesador de alimentos hasta obtener un puré suave y cremoso. ¡No te olvides de probarlo y añadir tu toque personal, como una pizca de canela o jengibre para realzar su sabor!

La alquimia de los secos

Imagina que estás pintando un cuadro, pero en lugar de colores, usas sabores. Así es como me gusta pensar en la mezcla de los ingredientes secos. Tamiza la harina con delicadeza, dejando que se esparza como una fina capa de nieve en un día tranquilo. Añade el azúcar, ese dulce encantador, y la levadura, el ingrediente que traerá el soplo de vida a nuestro. Y las especias, ¡qué maravilla! Son las pinceladas de sabor que hacen que cada mordisco sea una aventura. No te cortes con la canela, es el aroma que nos transporta a los recuerdos más cálidos. Y recuerda, una pizca de sal es el toque final que equilibra la paleta de sabores. Mezcla todo con pasión, como si estuvieras componiendo una melodía, y tu bizcocho será una sinfonía en el paladar.

¡Manos a la masa con los húmedos!

¿Tienes ya esa mezcla de secos que parece un paisaje nevado? Perfecto, es hora de darle vida con un poco de magia líquida. Agarra ese puré, ese tesoro anaranjado cocinado con mimo, y prepárate para el siguiente paso.

1. Empieza vertiendo con cariño el puré sobre los secos. Imagina que estás regando un jardín que pronto florecerá en tu horno.
2. Ahora, es el momento de añadir el aceite vegetal y un chorrito de zumo de limón, como un rayo de sol en un día de primavera. Mezcla con la delicadeza de quien acaricia a un cachorro hasta que la masa se vea uniforme y sin grumos.

Recuerda tratar la masa suavemente para que crezca esponjosa y tierna, como un susurro. Así que, mezcla lo justo, sin pasarte, como si estuvieras bailando un vals con los ingredientes. Y ahora, con la masa lista, nos adentramos en la etapa final: el horneado. ¿Listo para ese aroma que conquistará tu cocina?

Horneado del bizcocho

¡Es hora de darle vida a nuestro delicioso bizcocho de calabaza! Recuerdo que cuando era pequeña, mi madre siempre me dejaba ayudarla a hornear. Era mi parte favorita del proceso, ver cómo la masa crecía y se doraba en el horno, y el delicioso aroma a canela que inundaba la cocina. Precalienta el horno a 180°C y engrasa ligeramente un molde para hornear. Si quieres darle un toque especial, puedes espolvorear un poco de harina de almendras en el molde antes de verter la masa. Así conseguirás una corteza crujiente y deliciosa.

• Una vez que tengas el molde preparado, vierte la masa con cuidado y alisa la superficie con una espátula. ¿Por qué no añadir un puñado de pasas o nueces para un toque extra de sabor y textura? Hornea durante 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio. ¡No te olvides de disfrutar del delicioso aroma a canela y calabaza que inundará tu cocina!