Bizcocho de calabaza y yogur: receta para Thermomix

Receta ↓ Ángela Solar

Este espectacular bizcocho de calabaza y yogur combina lo mejor de ambos mundos: la suavidad y cremosidad del yogur con la deliciosa textura y sabor de la calabaza. Gracias a la Thermomix, el proceso de elaboración es rápido y sencillo, y el resultado es un bizcocho esponjoso y ligero que te dejará sin palabras.

Los imprescindibles del bizcocho

Para lograr que tu pastel de yogur sea irresistible, aquí están los elementos esenciales que deben estar presentes. Te cuento algunos truquillos y alternativas para que te salga de diez.

• La – Siempre elijo la fresca, la aso y la trituro; el sabor es insuperable. Pero si el tiempo juega en tu contra, un puré de lata te sacará del apuro.
• Yogur natural – Es el toque cremoso que buscamos. ¿Te atreves con un yogur de coco o de vainilla? ¡Experimenta y sorpréndete!
• Harina de trigo – La base de nuestro bizcocho. Si te va lo integral, cambia a harina de espelta o de avena y dale un toque más rústico.
• Azúcar – La dulzura que no falte, aunque si prefieres, cambia por panela o stevia y cuida la línea sin renunciar al capricho.
• Huevos – Imprescindibles para que todo cuaje bien y quede esponjoso. ¿Sabías que a temperatura ambiente funcionan mejor?
• Especias – La canela y la nuez moscada no pueden faltar, te transportarán directo al corazón del otoño con cada bocado.
• Aceite – Un chorrito de aceite de oliva virgen extra hará que tu dulce casero no solo sea más saludable, sino que adquiera un saborcito especial.
• Levadura química – El secreto para que suba y se haga grande y esponjoso. No escatimes aquí, es fundamental.

Preparación de la calabaza

Inicia el proceso con el paso clave: preparar el ingrediente principal. Sigue estos sencillos pasos para obtener un puré suave y perfecto para tu repostería.

1. Limpia bien, retira las semillas y corta en trozos pequeños para facilitar la cocción. Recuerda que cuanto más pequeños sean los trozos, más rápido se cocinará.
2. Cocina en agua hirviendo o al vapor hasta que esté tierna. Comprueba su textura pinchándola con un tenedor. Cuando esté lista, escurre el agua y deja enfriar la calabaza durante unos minutos. Después, tritúrala hasta obtener un puré suave y cremoso.

Preparación de la mezcla seca

¡Vamos a empezar con la preparación seca de nuestro delicioso bizcocho! En un bol aparte, combinaremos los ingredientes secos. ¿Sabías que la harina, la levadura, las especias y el azúcar son los protagonistas de esta mezcla?

Personalmente, siempre me gusta tamizar la harina antes de mezclarla con el resto de ingredientes. De esta manera, evito grumos y aseguro una homogeneidad en la mezcla. Además, el tamizador de mi Thermomix me facilita mucho esta tarea.

Respecto a las especias, la canela y la nuez moscada son mis preferidas para esta preparación dulce. No obstante, si optas por un matiz distinto, ¡experimentar con diferentes especias es una opción! Así, la pimienta de Jamaica o el clavo pueden aportar un sabor inigualable a tu dulce horneado.

Recuerda también combinar adecuadamente los ingredientes secos antes de agregarlos a la masa húmeda. De esta manera, se garantiza una distribución homogénea de la levadura y las especias en todo el dulce.

Un último consejo: si optas por azúcar moreno en vez de blanco, ten presente que podría variar levemente la textura y tonalidad de tu repostería. Pero, ¡está igual de rico!

Preparación de la mezcla húmeda

¡Vamos a darle humedad a nuestro bizcocho! Comenzaremos batiendo los huevos y el yogur en un bol hasta obtener una mezcla suave y homogénea.

Recuerda: los huevos a temperatura ambiente harán que quede más esponjosa.

Añade el aceite y revuelve bien. ¡Esto le dará un toque cremoso a nuestro bizcocho! Por último, incorpora el puré que preparamos anteriormente.

Un consejo: mezcla la mezcla húmeda con movimientos envolventes para evitar que se baje el bizcocho.

Unificación de las mezclas y horneado

Recuerdo la primera vez que preparé este bizcocho de yogur: ¡fue un éxito total! Ahora, es tu turno de unir las mezclas seca y húmeda con delicadeza para no deshacer el trabajo previo. Al estar todo perfectamente integrado, unta el molde con mantequilla o spray desmoldante para garantizar un deslizamiento sencillo de la preparación una vez esté cocida.

Vertemos la masa en el molde y la alisamos suavemente con una espátula. Horneamos en un horno precalentado a 180°C durante 40-45 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. Para evitar que se reseque, puedes cubrirlo con papel de aluminio durante los últimos 10-15 minutos de cocción.

¡Y listo! Una vez que el bizcocho esté horneado, déjalo enfriar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldarlo y transferirlo a una rejilla para que se enfríe por completo.

Opcionalmente, puedes espolvorear azúcar glas o canela por encima antes de servirlo, para darle un toque extra de dulzura y sabor.